“No me voy a mover, voy a acampar acá”, la lucha de un hombre frente a las oficinas de Pami
Cergio López sigue esperando que la obra social le autorice las coberturas para la atención de su madre de 89 años.
Este jueves, Cergio López volvió a encadenarse en la puerta del Pami, en Villa Mercedes, para que le solucionen un problema que parece no tener fin. Viene reclamando desde el pasado 21 de junio.
Con las cadenas en su cuerpo está parado frente a las oficinas, desde las 11. En diálogo con El Chorrillero dijo que solo porque tomó esta medida de fuerza logró que se respetaran los derechos de su madre, y ahora la asiste diariamente una enfermera, y recibe los insumos que están estipulados en la cobertura médica.
Ahora está en la pelea para que le autoricen un cuidador para que atienda a su madre. “Dicen que me cubren cuatro horas, pero el dinero que dan no alcanza, entonces quieren que la otra parte la ponga yo, y no tengo los recursos. Deben cumplir con lo que dicen el papel, que se hagan cargo de eso”, expuso.
Explicó que Pami le paga $240 la hora, cuando las personas que hacen esta tarea cobran entre $800 y $100 la hora. Entonces la diferencia es lo que debería recaer sobre López: “No puedo poner esa plata. Estoy acá, sin poder salir a trabajar ¿Se creen que me gusta venir a hacer esto?”.
“Ellos saben bien cuánto está la hora, pero se lavan las manos diciendo que Pami otorga una especie de subsidio”, añadió.
A las 14, Cergio continuaba en el mismo lugar, de pie, resistiendo. Solo volverá a su casa si le garantizan la cobertura total para que Margarita esté mejor.